Pues resulta
que Vila-Matas en su nuevo libro dice:
Quizás encontremos ahí la frase, dijo, y puedas resolver el caso, pero antes dime, ¿para qué quieres saber todo esto, muchacho? Creo que sobre todo para saber si la frase es mía o de Fitzgerald, le contesté. ¿Tuya? Sí, le dije, la rescaté de Tres camaradas y la hice algo famosa. Si no fuera por mí, la frase no estaría ahora en Internet, no existiría. De alguna forma, la siento mía.
Y he buscado la frase, la famosa, que es ésta:
Quizás encontremos ahí la frase, dijo, y puedas resolver el caso, pero antes dime, ¿para qué quieres saber todo esto, muchacho? Creo que sobre todo para saber si la frase es mía o de Fitzgerald, le contesté. ¿Tuya? Sí, le dije, la rescaté de Tres camaradas y la hice algo famosa. Si no fuera por mí, la frase no estaría ahora en Internet, no existiría. De alguna forma, la siento mía.
Y he buscado la frase, la famosa, que es ésta:
Y es más, me llega de golpe la impresión, a
modo de súbito destello, de que cuando oscurece, siempre necesitamos a
alguien: todos somos vulnerables, nos sentimos solos, tenemos muchos
miedos y necesitamos mucho afecto.
Y en internet aparece en tres blogs, uno de ellos, éste.
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